Este dibujo forma parte del proyecto a pesar de tener más de diez años. Fue realizado una noche que no podía dormir, sentada en mi cama, junto a La Chispa, la gran protagonista de este proyecto. Es de ella, o más bien de su ausencia de donde sale este impulso de representar perros, sacarlos o más bien hacerlos corpóreos. Tiene mucho de búsqueda incesante que probablemente venga de la incomprensión de la desaparición de un cuerpo. Hay una parte de mi que sabe dónde está, sabe dónde se encuentra su cuerpecito, alimentando la tierra, descomponiéndose, transformándose en otra cosa, pero hay otra parte que la busca en los rincones, en el aire, en las moscas, en cualquier lugar, como una presencia perenne y silenciosa.

He conocido muchos perros pero ninguno, a pesar de poderlos conocer en profundidad, como ella. Entiendo lo incomprensible que puede sonar pero sólo los que la conocieron saben lo especial que era. Era más que una perra, un ser espiritual, tranquilo y salvaje a la vez, una presencia sólida. Un ser intuitivo que comprendía el lenguaje universal, el lenguaje que pocos sabemos, que es el de las emociones, sus ojos hablaban tan claramente que no podía envidiar el lenguaje. En ese sentido ha sido una gran maestra sin quererlo, una gran acompañante durante catorce años.








Este cuadro fue realizado un mes antes de comenzar el presente curso 2010-2011, en agosto, y es importante incluirlo, ya no porque se vea representado un perro sino más bien por el perro en cuestión y el momento en el que fue realizado. El perro se llamaba Odín y fue precisamente este animal el que hizo el enlace final para que yo viniera al mundo. Odín fue regalado a mi madre, y ella, queriéndolo adiestrar, conoció a mi padre, adiestrador, y vous-a-lá, aquí estoy. Esta anécdota ayuda a comprender hasta qué punto se encuentra Sacar al Perro en mi trayectoria, evidenciando así que desde mi origen, casi desde antes que yo naciera, todo esto estaba comenzando, y de cómo el artista, o digámoslo menos genérico, las personas no encuentran sus proyectos, sino que son los proyectos los que encuentran a las personas, todo sea estar receptiva.

Por otro lado es también importante la fecha en la que fue realizado porque es en este momento del verano en que La Chispa estaba cayendo muy enferma, a pesar que no daba muestras externas de ello. Fue un mes después cuando, tras pasar unos días ella y yo, en mi casa de valencia, le diagnosticaron cáncer de bazo y tomamos la dura decisión de la eutanasia (así se le llama a sacrificar a un animal que sufre). 

Es realmente sorprendente cómo suceden las cosas, cómo mientras La Chispa acababa su vida sin que lo supiéramos, yo comenzaba una búsqueda hacia el origen, mi origen, a través de la imagen del perro que  entre las cosas que vino a hacer a este mundo, una de ellas fue la de poner su grano de arena para que yo existiera, y de cómo la muerte de ella supuso un golpe hondo, un inevitable y doloroso puente hacia lo que vivo ahora, hacia la honda reflexión del origen, reflexión acerca de la misión que tenemos y que sin quererlo cumplimos, y sobre todo de hasta qué punto estamos ligados, hasta qué punto el nacimiento y la muerte son una red de acontecimientos consecutivos inconscientes.

Estas cuestiones son las que acontecen en mi interior y si este proyecto trata del perro mi intención es que trascienda la pura imagen y estereotipo de éste. El perro aparece precisamente por ser puente de todas estas cuestiones, de todas estas inquietudes. Digamos que en este caso el Perro es guardián y custodiador, es la puerta que esconde, en forma de imagen, las preguntas y las afirmaciones, las emociones y las necesidades que hoy día me acompañan, que paseo, alimento y con las que juego, al menos, una vez al día. Con esto quiero decir que Sacar al Perro no nace del fanatismo ecológico animalístico ni del, algunas veces, desmesurado amor y humanización de los animales, en este caso el Cannus Lupus, sino de una pulsión humana, de las experiencias a nivel emocional que me llevan a una mirada contemplativa y cuestionadora, un: ¡alto en el camino! ¿Qué hago aquí?







                                                                  
          

(continua...)




miau!



3 comentarios:

Eduardo Crespo Bernal dijo...

buen trabajo!

Anónimo dijo...

Que puedo decir, habiendo sido la madre adoptiva de la Chispa, y la madre biológica de Mara....
Qué puede decir una madre que ama a su hija, por lo que es, por lo que crea, por lo que siente....
Y yo que siempre me he negado a compartir, a través de la tecnología de la comunicación mis sentimientos, quiero compartir con todos los que leaís el Blog de "Sacar al Perro", mi AMOR INCONDICIONAL al ser que salió de mi hace más de dos lustros, y que siguo amando cada día más.
Todo lo que ella ama, lo amo yo.
Pilar Pomata

Proyectos 1 dijo...

Mara este texto está muy bien, es muy apropiado y refleja perfectamente gran parte de los antecedentes de tu proyecto, además hay momentos de profundidad emocional muy buenos.

Algunas faltas, valencia sin mayúscula, y algún que otro acento. Poco. Aquí es la primera vez que has puesto el título del proyecto en cursiva, en otras partes lo he visto en letra normal. También debes de poner en cursiva los términos latinos y las palabras de otros idiomas no traducidas. La maquetación de este texto está distinta a la de otros, igual es que mi abuela era alemana, pero no estaría mal que unificaras el tipo de maquetación en todo el blog...

Borra todos los comentarios que te ponga, no quiero que estén aquí dado el carácter que tienen.

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